¡Ay, estos adolescentes! Son un desafío durante esta época, pero también pueden ser muy divertidos. Aquí tienes algunas señales de que tu perro está pasando por su etapa de adolescente incomprendido:
Comportamientos desafiantes:
- Exceso de energía: Parecen tener un motor perpetuo, brincan, ladran, corren y se vuelven inquietos.
- Destrucción: ¡Muebles, juguetes, zapatos… nada está a salvo! Parece que buscan atención, incluso si es negativa.
- Desobediencia: ¡»No» ya no es su palabra favorita! Ignoran órdenes, se ponen testarudos y buscan límites.
- Agresividad: Pueden gruñir, morder o mostrar agresión a otros perros, incluso a personas que antes adoraban.
- Comportamiento territorial: Pueden marcar territorio con más frecuencia o ser más protectores con sus juguetes y su comida.
- Desinterés por las actividades que antes disfrutaban: Ese paseo que antes era su momento favorito ahora se convierte en una tarea aburrida.
- Lamerse excesivamente o morderse la cola: Pueden desarrollar estos comportamientos como una forma de lidiar con la ansiedad o el aburrimiento.
Cambios en su personalidad:
- Más independientes: Se alejan de ti, buscan su propio espacio y pasan más tiempo solos.
- Más testarudos y desafiantes: Se niegan a obedecer órdenes y buscan desafiar tus límites.
- Más sensibles: Pueden reaccionar mal a las críticas o al castigo, y ser más propensos a la ansiedad.
- Más impredecibles: Su comportamiento puede ser inconsistente, un día te adoran y al siguiente te ignoran.
Recuerda:
- La etapa adolescente canina es temporal: No te preocupes, esto también pasará.
- La paciencia y el entrenamiento son clave: Sé constante con las reglas y con el entrenamiento, incluso si parece que no funciona.
- Busca ayuda profesional: Si el comportamiento de tu perro es severo o te preocupa, consulta con un veterinario o un entrenador de perros.
¡Tu perro adolescente necesita amor, paciencia y comprensión! Con un poco de trabajo en equipo, podrás ayudarlo a superar esta etapa y a convertirse en un perro adulto bien educado.